Tuesday, December 26, 2006

UN INCOHERENTE MAS OTRO MENOS...DEFINE TU BANDO

Creo andar, y me parece que creo bien, por un cielo de porcelana ambarina mientras el tiempo se escurre deshaciéndose lentamente en frágiles gotas de gelatina teñidas de azul y me adentro con recelo en el oscuro, crujiente y ceñudo bosque de metales atrofiados, negro, repulsivo, prepotente y odioso, detestable, con largos cabellos enmarañados de azófar lacerando obscenamente al céfiro incauto y veo venir en ondas iridiscentes a la mujer ceñida en aura de caoba ardiendo que, sin darse cuenta, va dejando tras de sí una estela de polvo nacarado y brillante y pulido y a la vez sucio como manos de vagabundo. Pero eso fue hace tiempo, cuando el tiempo se podía leer de otra manera, de una forma más sutil e inocente e ingenua, antes de empezar a ver y a hablar a los monstruos vestidos con batines de glauco satén y mascaras cetrinas con ojos protuberante carentes de vida, fríos, gélidos y negros como la noche y blancos como la muerte asomando como tentáculos fisgones palpando y escrutando la existencia. Y nadie lee, la lectura está escrupulosamente reservada para los ciegos intuitivos que tienen tratos con Lucifer y además, Y ADEMÁS, desean y anhelan el fuego bruno que a veces regala riendo, pobres locos, y a Ella le extirparon con tenazas incandescentes la intuición y le robaron sin ningún escrúpulo el deseo y el anhelo con palabras que cubrían cual bonito y hermoso papel de colores viejas cuchillas oxidadas. Fue un acto facultativo rutinario, siempre es lo que Ellos dicen ocultos tras sus mascaras de carnaval, para tratarla y curar sus miedos y pesadillas y encajarla de nuevo en su celda lóbrega de cordura social al lado de los que roen con fruición el mundo como un cáncer que compra y vende acciones en Bolsa. Altruistas todos, le regalaron otra clase de locura. Aún así, ya todo esto es indiferente, es historia truculenta que a nadie importa y cuando al fin pasa a mi lado exigiéndome unas monedas se hace el INMENSO vacío de la vida Ella; ¿TE HE DICHO TAL VEZ QUE TE PODRÍA MATAR? Yo, como puede que hagan otros, respondo silente: Quizás me lo hayas dicho en algún momento donde el tiempo se detuvo e intentamos mirar al cielo, pero ya no lo recuerdo, no, y a lo mejor tampoco importa. Al momento me olvido. ¿Qué si no? Ahora es necesario seguir mi camino cargando con el peso del vacío y me arrastro jactancioso y allí me desvanezco en las procelosas aguas del olvido para ser uno más, uno de tantos seres que expelen, quienes los tuvieron en algún tiempo pretérito, sus sueños olvidados, contaminando el aire de sucias miasmas y hedores de orgánicas cloacas donde las ratas chillan auxilio. Y cómo chillan, para volverle a uno loco. Mis dedos teclean y teclean y teclean enfurecidos, ajenos al olor de las flores que en alguna parte colman con su aroma el aire que perderá su virginidad cuando hasta aquí aturdido llegue entre mefíticos vapores de difusos colores. Y sigo con enojosa indiferencia escribiendo crípticas palabras extravagantes, cifras y dígitos extraños, vocablos exóticos y confusos signos algebraicos en rijosas formulas cuyo semen tragan los hombres y las máquinas como sangre de Cristo. Aquí nada de poesía. La poesía está prohibida. Cierro los ojos y respiro, brevemente, un descanso sútil y evanescente mientras mis dedos siguen tecleando en la distancia movidos, quizás, oiganme ustedes, o léanme, que pienso sin duda que la sociedad habrá dado un paso de gigante como nunca antes en la historia cuando una puta logre el premio Novel de literatura. Bien, yo a lo mío, que ni es mucho ni es poco, notando con terror o indiferencia que tecleando se me escurren los minutos de entre los dedos como agua, y me pregunto si todo esto tendrá algún sentido, aunque sea insignificante, nimio, pero que pueda ofrecer alguna respuesta al caos de la razón. El agua al caer, me doy cuenta, se pierde evasivo por un oculto sumidero de basalto y se escapa, desaparece; el tiempo. Debería conseguirme material y fumarme marihuana o esnifarme Especial-K(ketamina) o beber LSD deteniendo el tiempo para echar de nuevo una buena partida de ajedrez con Cronos, el precavido, aunque reconozco que soy demasiado malo, vergonzosamente horrible, y siempre consigue hacerme jaque mate con uno de sus peones; pero estoy seguro de que hace trampas de alguna manera, se come sin ningún tapujo demasiado pronto mis piezas. De veras...

0 Comments:

<< Home